BARCOS BAILARINES
Que
desesperación sentí aquel día,
Los
estudios dieron mal.
Que
angustia tan grande, tan grande.
El
pecho apretaba y vos como una piedra
Serio, entero y determinante me consolabas, secabas mis lágrimas que se ahogaban en mi garganta.
Era inútil, no podía controlarlo.
Me decías que estabas dispuesto a luchar y así lo hiciste.
Nuestro barco naufragó en mares de tristeza,
Pero quedas en la sal de las olas que festejan.
Que por siempre serán lecho de navegantes
De barcos inquietos que no paran de bailar.
A ti te digo amigo, por si no te has dado cuenta,
Despierta tus emociones y navega junto a ellas,
En este mar de la vida que es una eterna partida
Sin principio ni final.